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Faltan nuevos geógrafos

Faltan nuevos geógrafos

El interés por el territorio provoca la demanda de una profesión hasta ahora centrada en la enseñanza

JOSEP PLAYÀ MASET – Barcelona

Recientemente el Observatorio Económico y Social y de la Sostenibilidad de Terrassa ha convocado dos plazas donde se primaba el perfil de geógrafo y no han encontrado aspirantes. Este simple dato ilustra sobre el déficit de geógrafos que hay en Catalunya, pese a lo cual en los últimos años ha descendido ligeramente el número de estudiantes de esa carrera en las cinco facultades donde se imparte. Un desfase que se explica por los avatares históricos de esa disciplina.Hace treinta años la mayoría de los geógrafos se refugiaban en la enseñanza, como profesores de bachillerato.»Esta salida profesional quedó saturada por la entrada de un gran número de profesores y en la investigación ya se sabe que hay pocas plazas», dice Maria Dolors Garcia Ramon, catedrática de la Universitat Autònoma de Barcelona y ex presidenta de la Societat Catalana de Geografia.

Pero en 15 o 20 años la Geografía ha dado un salto espectacular. «Hoy encontramos geógrafos – explica Joan Nogué, catedrático de Geografía Humana de la Universitat de Girona (UdG) y director del Observatori del Paisatge de Catalunya- en la ordenación territorial, en la gestión del medio ambiente, en la planificación regional y urbana, en la aplicación de las nuevas tecnologías a los sistemas geográficos, en la ordenación y gestión del paisaje». Para Margarita Castañer, profesora de la UdG y presidenta de la Societat Catalana d’Ordenació del Territori, «lo que aporta el geógrafo es la lectura de la complejidad del territorio». Castañer destaca que los geógrafos no sólo se han implicado como técnicos en la gestión sino también en la política como consecuencia de esa relación con el territorio.

OFERTA INFERIOR A LA DEMANDA

«Existe un decalage entre una disciplina que se ha transformado rápidamente y el conocimiento que tienen los jóvenes», señala Joan Nogué, que acaba de publicar junto con Joan Romero el libro «Las otras geografías». Los alumnos que llegan a la selectividad no conocen las salidas profesionales, de geografía y de otras profesiones que se han modificado recientemente. «Parte del problema viene de la secundaria, de la falta de visibilidad de la geografía en los planes de estudio y del hecho de que la mayoría de los profesores que la imparten son historiadores», afirma Francesc Nadal, presidente de la Societat Catalana de Geografía, filial del Institut d’Estudis Catalans y con más de 400 afiliados. Y añade: «Las universidades se han de esforzar más en explicar lo que son los estudios pero debe ser el Departament d’Educació el que actualice el perfil de las carreras y el que facilite más información al alumno». Castañer considera que «la responsabilidad también es nuestra, no sabemos hacernos publicidad». Aún así reconoce que no es fácil : «A un estudiante le atrae más estudiar Ciencias Ambientales, porque lo relaciona con la ecología, o Biología, porque lo liga a la naturaleza, que no la Geografía.

¿DE LETRAS O DE CIENCIAS?

La Geografía se ha percibido como una ciencia anclada en el pasado y en Catalunya – y España- se la ha relacionado con las enseñanzas de Letras, o de Humanidades en la terminología reciente, mientras que en los países anglosajones está más vinculada a Biología o Geología. La ventaja de la Geografía es que está a caballo entre las ciencias humanas y las naturales, en que se ha convertido en una ciencia puente o integradora que estudia el territorio tanto como espacio físico como espacio humano, de socialización.El libro blanco de las nuevas titulaciones universitarias la presenta como una ciencia del territorio, una disciplina naturalista y ambiental, al mismo tiempo que eminentemente social. Tal como dice Xavier Muñoz, jefe del Observatorio Económico y Social de Terrassa, «esta visión global e integradora explica que cada vez sean más necesarios los geógrafos ya que puedes ponerlos a hacer cualquier cosa. Por ejemplo, los economistas y sociólogos se pierden en los sistemas de información geográfica ligados a la cartografí\». Este perfil se percibe más entre estudiantes adultos y buena prueba de ello es el aumento de la demanda de másters que contrarresta la de licenciaturas.

CINCO FACULTADES.

¿Qué hacer cuando en unos estudios de Geografia sólo ingresan cinco alumnos al año? La pregunta genera respuestas contrapuestas. «Yo la cerraría», dice Xavier Muñoz, director del Observatorio de Terrassa. «Desde el punto de vista de la eficiencia económica no tiene sentido», añade. Pero la mayoría opina que ahora no es el momento. Antoni Tulla, presidente del Col·legi de Geògrafs de Catalunya y director del Departament de Geografia de la Universitat Autònoma de Barcelona, es taxativo: «Estamos en una revisión y renovación de los títulos de grado ante el reto del Espacio Europeo de Educación Superior, surgido de Bolonia.Y hay que esperar «. En Catalunya se imparte el título de Geografía en cinco universidades públicas (UAB, UB, UdG, URV y UdL). Lo ha dicho la rectora de la Universitat de Girona, Anna M. Geli:  «A las puertas de una reforma absoluta de las titulaciones, no deben cerrarse carreras sino replantearlas «. En el mundo universitario se espera con impaciencia la propuesta ministerial sobre titulaciones que en su último borrador establece la posibilidad de que los estudiantes cambien de carrera al cabo de dos cursos siempre que hayan cursado un mínimo de créditos de la otra titulación. «Los estudiantes llegan muy despistados a la universidad y será una buena medida que puedan tener facilidades para cambiar de carrera», opina M. Dolors Garcia Ramon. Xavier Muñoz considera que lo lógico es que fuese el Departament o Comisionado de Universidades el que decidiese. «Por ejemplo, lo correcto era que en vez de conceder Ciencias Ambientales a la Autònoma y a Girona, se hubiese hecho una sola carrera en Lleida, para compensar territorialmente, y a cambio se cerrase allí alguna carrera deficitaria. Pero, como pasa en otros países, pesa la endogamia. El problema no es la falta de demanda social, sino que los enfoques de las titulaciones no están en relación directa con lo que pide la sociedad». Margarita Castañer matiza:  «Hay que intentar mantener Geografía en cada universidad, aunque en algún caso sea desde arriba, desde los másters». Más proyección social y económica. La urbanización masiva del suelo en España ha generado unos efectos negativos sobre los recursos y sobre el paisaje, tal como refleja el reciente manifiesto «Por una nueva cultura del territorio»,elaborado especialmente por geógrafos y arquitectos. Esa denuncia revela el papel cada vez más importante que tienen los geógrafos en la gestión y el conocimiento del territorio.Pero no sólo se diversifica la presencia de geógrafos en distintas áreas, sino que algunas empresas que se centran específicamente en la geografía se han convertido en pequeñas multinacionales. El Institut Cartogràfic de Catalunya realiza encargos para otros países. Pero compañías como Aurensis, Nexus Geografics, NetMaps o Gap tienen un potencial cada vez más importante.

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